Las arritmias nerviosas son alteraciones del ritmo cardíaco que pueden consistir en cambios en sus características o en la frecuencia del mismo.
Esto significa que, cuando se produce una arritmia, los latidos del corazón son irregulares.
Algunas arritmias son leves y causan pocos síntomas pero otras puede tener consecuencias muy serias, especialmente cuando tienen lugar de forma prolongada.
¿Cuál es la causa?
Se pueden producir por muchos motivos como, por ejemplo;
- Hipertiroidismo
- Insuficiencia cardíaca
- Cardiopatías congénitas
- Un ataque al corazón
- Niveles anormales de determinadas sustancias en el cuerpo, como el potasio.
- La ingesta de algunos medicamentos.
- El consumo de determinadas sustancias, como las drogas y el alcohol.
En el caso de las arritmias nerviosas, frecuentemente se trata de arritmias cuya causa está relacionada con una patología psicológica del paciente como ansiedad, depresión, algún tipo de fobia, ataques de pánico, estrés post traumático… etc.
En estos casos, cuando se producen las arritmias el paciente podrá comenzar a sentir temblores, taquicardias, palpitaciones, mareos, sudoración, dolores en el pecho o dificultad para respirar.
¿Cómo detectar las arritmias nerviosas?
Para diagnosticar, el primer paso es someterse a un reconocimiento médico para que un profesional evalúe las posibles causas de dicha alteración.
Para ello, el doctor podrá someternos a pruebas diagnósticas como la auscultación del ritmo cardíaco, revisar nuestra tensión, el uso de dispositivos de monitoreo cardíaco como el Holter, pruebas de esfuerzo, la búsqueda de alteraciones estructurales del corazón que expliquen la ocurrencia de arritmias o estudios electrofisiológicos que tratan de reproducir las arritmias.
En función de los resultados del reconocimiento médico, el profesional determinará si es necesario adoptar medidas como la ingesta de determinados medicamentos o incluso intervenciones quirúrgicas como ablaciones, o la implantación de dispositivos como marcapasos o cardiodesfibriladores.
Adicionalmente, con carácter general podemos compartir una serie de consejos para evitar arritmias nerviosas y taquicardias, como los siguientes:
- Llevar una vida sana incluyendo una dieta equilibrada, la realización de ejercicio y evitando el abuso de sustancias como los estimulantes (tabaco, café…etc).
- Mantenerse hidratado.
- Evitar o disminuir el consumo de alcohol y tabaco.
- Evitar el consumo de drogas ilegales.
- Huir del estrés y evitar la tensión nerviosa.
- Recibir un descanso adecuado.
Si están relacionadas con patologías psicológicas, resultará aconsejable someterse a terapia.
Igualmente, en el caso de las personas de mediana edad, es recomendable someterse a revisiones periódicas en la consulta del cardiólogo para detectar de forma temprana o prevenir la aparición de patologías asociadas a la edad.