Según datos de la Asociación Española contra el Cáncer, el cáncer de próstata es el segundo carcinoma más frecuente en hombres, y el primero en España en número de diagnósticos.
En la actualidad, esta enfermedad afecta a 57 de cada 100.000 hombres, con especial incidencia en los mayores de 75 años, teniendo unas enormes posibilidades de curación cuando se diagnostica en las fases más tempranas de la enfermedad.
El cáncer de próstata es aquel que comienza en las glándulas prostáticas, que es que es una pequeña estructura con forma de nuez que rodea la uretra. Esta es la glándula sexual encargada de producir el semen.
Aunque se desconocen exactamente las causas, los expertos sugieren que esta relacionado con los factores siguientes:
- Factores genéticos, ya que existe un gen que incrementa las posibilidades de tener cáncer prostático (gen HPC-1).
- Algunos factores hormonales.
- Factores ambientales. Por ejemplo, este tipo de cáncer tiene una incidencia mucho menor en varones vegetarianos. La polución también influye.
- Algunos estudios apuntan también a agentes infecciosos trasmitidos por vía sexual.
Síntomas
Los síntomas del cáncer de próstata pueden tardar mucho tiempo en manifestarse, incluso años.
En todo caso, los más comunes serían los siguientes:
- Molestias al orinar como dolor y escozor
- Otros problemas a la hora de orinar: Dificultad para orinar, necesidad frecuente de orinar, incapacidad para vaciar totalmente la vejiga…
- Presencia de sangre en el momento de orinar o de eyacular.
- Sensibilidad ósea: Dolores recurrentes en la región lumbar, pelvis o muslos.
Prevención
El factor más importante de cara a la prevención de este tipo de cáncer es realizarse exámenes médicos frecuentes, ya que como hemos comentado con frecuencia los síntomas tardan mucho en aparecer, y cuanto antes se diagnostique mejor será el pronóstico.
En la actualidad, tampoco existe ningún medicamento que prevenga la aparición del cáncer de próstata.
Por lo que respecta a la alimentación, una dieta adecuada podría ayudar a la prevención. Así, se recomienda la ingesta de alimentos como el pescado, la verdura de hoja verde o el café, mientras que se desaconseja abusar de otros como el aceite de maíz, las carnes muy cocidas o los carbohidratos simples.
Algunos estudios también indican que el abuso del alcohol podría tener un papel relevante.
Por último, tener relaciones sexuales frecuentes también contribuye a la prevención dado que la eyaculación limpiaría los compuestos acumulados en la glándula.