Además de los primeros chequeos médicos, que abordábamos en el post anterior, los padres también deben prestar atención a ciertos detalles en los cuidados del bebé para que todo vaya según lo previsto o pueden avisar de posibles problemas. Ante cualquier anomalía, nuestro consejo es consultar al pediatra que será quien podrá interpretar correctamente cada caso. En cuanto a los indicadores más corrientes, observables por los padres, recomendamos prestar atención a lo siguiente:
Observar piernas y brazos
Normalmente, al nacer y por un período breve de tiempo los bebés mantienen sus brazos y piernas dobladas. Esto se debe a la posición en la que estuvieron en el útero materno. Poco a poco, el recién nacido irá estirándose. Si se observa cualquier irregularidad en el proceso, se debe consultar al pediatra. En el caso de que tenga una rigidez excesiva también puede inducir a pensar que algo no va bien.
Pechos
En muchos casos, tanto varones como mujeres, nacen con sus pechos inflamados. Las hormonas maternas que han pasado al cuerpo del bebé antes de nacer son las causantes. Generalmente los pechos se deshincharán entre una semana y dos meses
Si tu bebé presenta hinchazón en los pechos no intentes apretarlos, puesto que eso puede provocar una infección. Si notas que se ponen colorados o que tardan el desinflamarse hay que comentárselo al pediatra, que, por otro lado, seguro que lo advertirá cualquier incidencia en los exámenes periódicos.
Flujos vaginales
Las niñas recién nacidas pueden sangrar muy levemente a través de la vagina durante el primer y segundo día de vida y hasta doce días después. Esto es algo que no debe alarmar, se debe también a que las hormonas maternas han pasado al cuerpo del bebé antes del nacimiento. Será importante determinar si el sangrado proviene de la zona vaginal o rectal, puesto que las causas de uno y otro no serán, obviamente, las mismas.
Otra posible secreción vaginal es la de una mucosa blanca inmediatamente después del parto. Este tipo de secreción es mucho más común. Aún así, en el caso que tu bebé presente alguno de estos síntomas, es siempre aconsejable que un médico contemple la naturaleza y origen de estos flujos y si todo está bien.
Piel
La piel del bebé es sumamente delicada y puede reaccionar de diferentes maneras. Será un indicador más de la salud del recién nacido y su control es necesario.
Al nacer, la piel de tu bebé puede aún conservar una vellosidad llamada lanugo en su espalda, hombros y brazos. Esto es totalmente normal y, normalmente, la irá perdiendo con el roce de la ropa y el baño. Además, es probable que notes pequeñas marcas blancas, llamadas manchas de lech, en la cara. Estas desaparecerán en uno o dos meses de forma natural sin necesidad de aplicar ningún tratamiento.
En otros casos se puede producir un eritema, manchitas color púrpura entre los ojos, sobre la nariz y/o por encima de la nuca. También suelen desaparecer a lo largo del desarrollo y, habitualmente, no implican ninguna anomalía.
Por otro lado, con frecuencia, tras el primer o segundo día de vida, los recién nacidos desarrollan una erupción colorada que se asemeja a la picadura de mosquito. Esta clase de urticaria es inofensiva e irá desapareciendo.
La dermatitis del pañal puede aparecer uno o dos días después del parto. Para evitarla, simplemente, incrementa el tiempo de exposición de la piel al aire cuando le cambias el pañal o cuando lo bañas. En estos casos puedes pedirle a tu médico que te recomiende alguna crema para aplicar en la zona afectada y controlar las escoceduras.