Cuando una mujer se queda embarazada se plantea si alguno de sus hábitos va a ser perjudicial para el bebé: alimentación, deporte, pruebas médicas, etc. También suele haber muchas dudas sobre la depilación láser.
En teoría no debería haber ningún problema, ya que el láser utilizado en la depilación penetra entre 2 y 3 milímetros en nuestro cuerpo. A pesar de ello y de que no hay estudios que demuestren que puede causar efectos secundarios sobre el feto, muchas clínicas se niegan a tratar a mujeres embarazadas para evitar riesgos. Incluso hay médicos que recomienzan no someterse a este tratamiento mientras intentas quedarse embarazada.
De todas maneras esto sólo afectaría a la depilación en zonas cercanas al útero, como las ingles, el pubis o la línea alba. Por lo que en otras partes del cuerpo, como las piernas o las axilas, no habría problema.
Otro motivo por el que no aconsejan realizar una depilación laser durante el estado de gestación es porque los cambios hormonales que sufren las mujeres estando embarazadas hacen que el vello crezca de manera diferente, por lo que esas sesiones no serían muy efectivas. A unas mujeres les aparece vello en zonas donde antes no tenían y, en cambio, en otras el crecimiento del vello se detiene durante esos nueve meses.
Todos estos inconvenientes terminarían en el momento del parto, sin embargo, durante la lactancia también hay clínicas que se niegan a realizar el tratamiento, especialmente en la zona del pecho y las axilas; no porque vaya a causar ningún efecto secundario sobre la leche materna que luego va a tomar el bebé, sino por el comportamiento del vello debido a los cambios hormonales que sigue habiendo en el cuerpo de las nuevas madres.
Si estás embarazada y necesitas la opinión de especialistas, puedes acudir a nuestra clínica y te informaremos de todos nuestros servicios de depilación laser.