La columna vertebral está compuesta por 26 vértebras que son los huesos que nos permiten mantenernos de pie o agacharnos.
Además, las vértebras tienen la función de proteger la médula espinal. Es por ello que un traumatismo en la columna vertebral es una urgencia médica de suma importancia, ya que puede estar asociado con un daño nervioso.
Una lesión de columna puede originarse por causas tan diversas como problemas musculares, tumores, lesiones deportivas, golpes fuertes, enfermedades degenerativas…
Las patologías más comunes de la columna vertebral son las siguientes:
- La escoliosis, que origina una curvatura en la columna vertebral. Una variante de la anterior es la cifoescoliosis.
- La hernia discal, que se produce cuando el disco se desplaza hacia la raíz nerviosa, comprimiéndola.
- Espondilitis anquilosante, una enfermedad reumática crónica.
- Problemas musculares, degeneración de discos… etc.
La práctica del deporte tras una lesión de columna
Antes de retomar la práctica del deporte después de una lesión de columna, es importante que:
- El paciente ya no sufra dolores, o al menos que estos sean muy leves.
- Que su capacidad de movimiento esté normalizada.
- Que haya recuperado la fuerza suficiente en los músculos.
- Que su médico le haya dado el visto bueno.
Igualmente, después de una época de inactividad hay que retomar el deporte de forma gradual y procurando no hacer grandes ejercicios físicos de golpe.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que algunos deportes son más beneficiosos para la espalda que otros. Por ejemplo, como norma general se desaconseja la práctica de deportes como los deportes de contacto, el tenis, el levantamiento de pesas o la bicicleta de montaña.
Ejercicios para lesión de columna
Los ejercicios de recuperación basados en estiramientos y potenciación muscular son muy buenos para la lesión de columna, ya que aumentan la movilidad y la resistencia, y eliminan la sobrecarga muscular.
Igualmente, los ejercicios dirigidos a la higiene postural fortalecen la espalda y evitan adquirir posturas inadecuadas que empeoren la patología.
Uno de los deportes para la lesión de columna más aconsejables es la práctica de la natación, especialmente los ejercicios que se realizan de espaldas, y evitando el estilo mariposa. También se puede practicar el aqua-espalda, una variante del aquagym específicamente orientada a la mejora de los problemas de espalda.
Otros ejercicios que podemos recomendar son caminar periódicamente, el yoga, el pilates o el tai chi.
Por último, es importante evitar malos hábitos como el sedentarismo, la obesidad o el consumo del tabaco.