La importancia de la piel no sólo se limita a nivel estético. Nuestra piel os ayuda a mantenernos hidratados, crea una barrera contra las infecciones, regula la temperatura de nuestro cuerpo y genera vitamina D gracias a la exposición al sol.
Por ello, es importante cuidarla, protegerla adecuadamente del sol para prevenir posibles enfermedades y acudir al médico ante cualquier anormalidad. En este artículo hablaremos sobre dos enfermedades de la piel; el cáncer de piel y el lupus en la piel.
Cáncer de piel
De cada tres cánceres diagnosticados, uno es de piel. El cáncer de piel se produce como consecuencia del desarrollo de células cancerosas en alguna de las capas de la piel.
El cáncer de piel no melanoma es uno de los cánceres más frecuentes, diagnosticándose unos dos millones de casos al año.Por su parte, el melanoma y en España afecta a unas 5 personas de cada 100.000.
La exposición a los rayos UV, tanto en exteriores como en lugares de bronceado de interior, es uno de los factores más importantes que desencadena la aparición de este tipo de cáncer.
Especialmente importante es proteger a los niños adecuadamente, ya que las quemaduras solares durante la infancia aumentan la posibilidad de padecer cáncer de piel en la edad adulta.
Otros factores de riesgo son el hecho de trabajar a la intemperie o pasar mucho tiempo al exterior, haber sufrido quemaduras solares de forma reiterada, tener la piel muy clara y ojos claros, antecedentes familiares o tener muchos lunares en el cuerpo.
Por tanto, para prevenir el cáncer de piel es importantísimo limitar la exposición a los rayos UV, protegerse adecuadamente del sol y prestar mucha atención a cualquier lunar que tenga una forma anormal.
Lupus en la piel
El lupus eritematoso cutáneo, o lupus en la piel, hace referencia a aquellos casos en los que el lupus del paciente sólo afecta a la piel. En una minoría de casos, este tipo de lupus puede evolucionar a un lupus eritematoso sistémico que afecte también a otros órganos.
El lupus en la piel puede causar erupciones o llagas en aquellas partes del cuerpo expuestas al sol, agravándose estas lesiones con la exposición a la luz solar.
La lesión más frecuente es el “eritema en alas de mariposa”, que consiste en una erupción en las mejillas y la nariz.
Además de la cara, este tipo de lesiones pueden aparecer en el cuero cabelludo, provocando alopecia, o también en los brazos, las piernas u otras partes del cuerpo.
El lupus eritematoso cutáneo suele afectar a personas jóvenes de entre 20 y 40 años, especialmente a las mujeres.
Visita a nuestro dermatologo en Fuenlabrada, ¡llámanos!