Los hombres, no solo los metrosexuales, se apuntan cada vez más a los tratamientos estéticos masculinos para mejorar cuerpo y rostro. La medicina estética, al contrario de lo que muchos pueden pensar a priori, no es solo cuestión de mujeres. Si la lucha contra la alopecia son algunos de los favoritos de ellos, la depilación láser gana puntos. Solicitan eliminar el vello de la espalda, y abdomen, principalmente.
Pero aunque ellos son más reacios que ellas a recurrir al quirófano, también están dispuestos a pasar por la mesa de operaciones, eso sí, antes prefieren probar con tratamientos menos drásticos. Lo que más piden es el aumento del pecho o la ginecomastia (quitar la grasa en exceso que se puede acumular en las glándulas mamarias del hombre) y la disminución del abdomen. Ellos son conscientes de que el torso es una de las partes en las que más atraen a las mujeres.
Los tratamientos faciales también son cosa de hombres y algunos como la blefaroplastia (para eliminar las bolsas de los ojos, tanto inferiores como superiores) empiezan a ser habituales entre sexo masculino, sobre todo entre los 40 y 55 años de edad. Muchos de ellos acuden a la consulta de medicina estética después de separarse. En esos momentos en los que se plantean volver a encontrar pareja, se replantean su aspecto físico con más interés y recurren a tratamientos que les hagan sentir más seguridad en sí mismos. Nada como verse rejuvenecido o corregir algún defectillo para aumentar la autoestima.
La oferta disponible en estética masculina es, sustancialmente, la misma que para las mujeres, aunque, obviamente, adaptada a sus necesidades y gustos. Pero no hay nada que les impida elegir un peeling químico que logra un cutis más terso y con mayor luminosidad. La piel queda preparada para absorber mejor los tratamientos.
También está indicado el plasma rico en plaquetas (microinyecciones de una sustancia extraída de la propia sangre de paciente, que se centrifuga para obtener las plaquetas) que proporcionan una regeneración natural de la epidermis. O las administración de vitaminas que se reparten, con pequeños pinchacitos por todo el óvalo facial, para hidratar y nutrir desde el interior.
En cuanto a las intervenciones de cirugía estética, los hombres, además la abdominoplastia y la liposucción (eliminación de grasa de barriga y torso), optan por deshacerse de la doble papada, hacerse una rinoplastia (operación de nariz) o la otoplastia (el arreglo de las orejas de soplillo).