Ya es definitivo, la ‘operación bikini’ ha llegado. Desde medios de comunicación y páginas web empiezan a lanzar mensajes de alerta. Pero no es negativo, ponerse manos a la obra con tiempo ofrece la posibilidad de hacer las cosas bien, sin dejarlo todo para el último momento.
Las prisas llevan a apuntarse a cualquier dieta-milagro, y eso, además de ser poco eficaz, sobre todo a largo plazo (por el efecto rebote que hace ganar rápidamente lo perdido e incluso algo más), resulta poco saludable. Estos regímenes de urgencia suelen tener escasa base científica, se basan en utilizar algún alimento o grupo de alimentos y excluir otros. Esto hace que se desequilibre el organismo, algo poco recomendable.
Lo mejor es comer bien y si se quiere perder peso, confiar en un médico que contemple el estado de salud del paciente, sus necesidades nutricionales, el tipo de vida… De acuerdo a estos factores le prescribirá una dieta adecuada y, con toda seguridad, le aconsejará hacer ejercicio: andar, correr, nadar… Acupuntura y homeopatía puede ser complementarios a la hora de adelgazar de forma segura. Son una alternativa sana para controlar la ansiedad y el nerviosismo que puede aparecer al iniciar una dieta, además de coadyuvar para controlar apetito y depurar el cuerpo.
Los tratamientos estéticos son aconsejables para apoyar y reforzar la pérdida de peso, sobre todo, para eliminar grasa localizada y luchar flaccidez. Hay opciones que incluyen el paso por quirófano pero también hay tratamientos que no necesitan intervención quirúrgica. Comencemos con los menos invasivos. Dentro de este grupo, la eliminación de grasa puede hacerse con mesoterapia corporal. Consiste en la administración intradérmica de una combinación de fármacos que disuelven la grasa que se irá eliminando a través de la orina. Además de deshacerse de los depósitos de tejido adiposo se mejora la circulación y se reactiva el sistema linfático, encargado de liberar de toxinas del organismo y facilitar la expulsión de líquidos. Se hace mediante microinyecciones, por lo que no requiere hospitalización ni anestesia. No es doloroso ni molesto, excepto algún pequeñísimo hematoma que puede aparecer en el lugar del pinchazo.
El Aqualix también consiste en la introducción de una sustancia que logra eliminar los adipocitos. En este caso, la solución que se inyecta es el ácido dexicólico, presente en la bilis humana, por lo tanto, se trata de una sustancia biocompatible y segura. Los resultados son visibles desde la primera sesión, aunque para completarla se necesiten unas tres, recibidas con intervalos de tres o cuatro semanas.
En el proceso de adelgazamiento, más cuantos más kilos se pierdan, puede aparecer descolgamiento y flaccidez. Para luchar contra ella, hay tratamientos reafirmantes. Como la presoterapia, que consiste en ejercer presión a través de unas botas o calzas neumáticas que se hinchan con aire y masajean de forma homogénea las piernas enteras. También se aplican en abdomen y brazos. Adiós líquidos, se mejora la circulación y aumenta la oxigenación del cuerpo y produce una sensación placentera al recibirlo.
El drenaje linfático sigue una técnica de masajes muy efectiva para activar el organismo y desechar las toxinas, que provocan llevar un estilo de vida poco saludable y seguir una alimentación inadecuada. Los resultados son una sensación de ligereza y pérdida de volumen.
Por último, para ponerse en forma de cara al verano, no hay que olvidar la depilación láser (que debe hacerse antes de que la piel se broncee) y la eliminación de varices, para que las piernas luzcan bonitas. Dos tratamientos que se hacen en consulta y son muy efectivos.