Depresión postvacacional
La vuelta de vacaciones tiene un síndrome propio, “depresión postvacacional”. En esta denominación cabe ese hastío con que se encara el trabajo y las tareas cotidianas después de unos días de vacaciones. Resurgen la rutina, cuestiones que se habían dejado aparcadas, problemas y enfrentamientos laborales, asuntos pendientes… y, lo que es peor, queda todo un año por delante hasta que vuelva el reparador veraneo.
Quien más quien menos se ha visto en la situación y sabe que a menudo desencadena tristeza, apatía, desánimo… Hasta ahí todo normal, tras unas semanas sin horarios, con relax, paisajes nuevos, viajes… no es sencillo enfrentarse al despertador que suena al punto de la mañana, las prisas, atascos, y responsabilidades.