La periostitis tibial, también conocida como el mal del corredor, consiste en una inflamación aguda o crónica del periosto que genera una sensación de pinchazo quemazón en la cara interna de la espinilla al producirse el impacto contra el suelo.
Si bien, este es el primer síntoma, también podemos encontrar una especie de bolitas inflamadas en la zona.
Se trata de una lesión típica de algunos deportistas como saltadores, corredores de fondo o corredores de larga distancia.
Causa y tratamiento
La causa que produce la periostitis tibial es la sobrecarga muscular, generalmente debida a un sobreesfuerzo en un periodo dilatado en el tiempo, un calzado inadecuado, un suelo de entrenamiento inadecuado, un calentamiento inadecuado, falta de entrenamiento, un traumatismo, problemas anatómicos o incluso hábitos de vida poco saludables (como trabajar mucho tiempo de pie).
Si notamos este tipo de molestias, lo primero que debemos hacer es reducir la intensidad del ejercicio o, en los casos más graves, cesar temporalmente la práctica del deporte.
Para atenuar los síntomas, aplicaremos hielo y una pomada anti inflamatoria mediante un masaje. Algunos deportistas utilizan también medias compresivas para reducir las vibraciones.
Si persiste en el tiempo, habrá que acudir al traumatólogo para realizar pruebas radiológicas, como una resonancia magnética de alta resolución de 3 teslas. Esto no solo nos permitirá tener una idea más concreta del alcance de la lesión, sino que podremos descartar otro tipo de patologías, como la factura de estrés de la tibia.
Se puede tratar mediante fisioterapia, con técnicas como los masajes descontracturantes, ultrasonidos, estiramientos y movilización del pie… etc.
Cómo prevenir la periostitis tibial
Es posible prevenir esta lesión con la observación de una serie de normas básicas:
- Planificar adecuadamente los entrenamientos, haciendo hincapié en evitar cualquier tipo de cambio brusco de entrenamiento o sobreesfuerzos repentinos.
- Utilizar siempre un calzado adecuado y en buen estado para la práctica del deporte. En algunos casos será recomendable el uso de plantillas ortopédicas.
- Realizar siempre estiramientos y calentamientos antes de realizar deporte, y dedicar a esta actividad el tiempo suficiente para que sean efectivos.
- Evitar los entrenamientos en terrenos irregulares, duros o con cuesta, ya que estos son mucho más propensos a provocar lesiones.
Es muy recomendable acudir a un especialista para valorar la pisada y la biomecánica de nuestro pie, con el fin de que nos aconseje el calzado adecuado y valore si se aprecia algún tipo de problema anatómico.