Entre las técnicas estéticas mínimamente invasivas que consiguen rejuvenecer con naturalidad destaca el Radiesse, que apareció en el mercado en 2004. Se le llama también lifting líquido porque consiste en inyectar una solución (hidroxiapatita de calcio, sustancia que está presente de manera natural en el organismo, por lo que se reducen las reacciones alérgicas) para rellenar surcos, corregir contornos y mejorar volúmenes. Además de en la cara, en especial en el surco nasogeniano (esas antiestéticas líneas de marioneta que aparecen desde la nariz hasta las comisuras de los labios y que delatan la edad), el contorno ocular, en nariz u óvalo facial se aplica también en manos.
En todo el mundo se han aplicado millones de viales de este producto, fabricado por la empresa alemana Merz Aesthetics. Su popularidad da idea de los buenos resultados que logra. Con una aplicación sencilla y rápida se consigue una apariencia de rejuvenecimiento que se va consolidando con el paso de las semanas. Se garantiza así ese deseado efecto de naturalidad porque el cambio es progresivo y el paciente va adquiriendo una buena cara con los días.
Con su aplicación se estimula la producción de colágeno por el propio cuerpo. La administración es rápida y no resulta dolorosa. Aunque como cualquier otra sustancia que se aplique, no hay que descartar efectos secundarios, eso sí, no se han registrado consecuencias de gravedad. Lo que sí se advierte es que puedan aparecer pequeños hematomas (dependiendo del grado de sensibilidad del sujeto y de la pericia del médico) pero que en ningún caso se ha reportado que sean graves o duraderos. Lo mismo ocurre con la inflamación que puede ocasionar. No se descarta que en los primeros momentos puedan aparecer nauseas o dolores de cabeza. Pero, insistimos, estos efectos indeseados son contemplados pero la seguridad del Radiesse está suficientemente contrastada y sus beneficios, también.
Lo mejor, es la apariencia de naturalidad que aporta, y que dura en torno a un año, la vuelta inmediata a la vida cotidiana y su casi total inocuidad. Los precios variarán dependiendo de la cantidad de inyecciones que el especialista considere necesarias. Por supuesto, nuestro consejo de siempre, es acudir a un centro médico acreditado para asegurarse de que quien coloca el Radiesse es un médico con experiencia y titulación adecuada y que las condiciones tanto del producto como de las normas básicas de higiene sean óptimas.