Se sufre un infarto cuando al corazón no le llega la suficiente cantidad de sangre y oxígeno debido a que una de las arterias coronarias está obstruida; la obstrucción se puede deber a un coagulo de sangre o a la acumulación de grasa y colesterol. Los minutos posteriores a sufrir un infarto son vitales, por ello es tan importante reconocer sus síntomas y acudir al médico lo antes posible.
La imagen que todo el mundo tiene de una persona sufriendo un infarto es con un fuerte dolor en el pecho, pero no siempre es así. El dolor en el pecho puede ser intermitente e incluso puede extenderse a los brazos, a la garganta o a la mandíbula. También se pueden tener dificultad para respirar o sentir agotamiento y sudoración excesiva aunque no se esté haciendo ningún esfuerzo. Siempre que se sospeche que se está sufriendo un infarto es importante acudir al hospital lo antes posible.
Después de conocer los síntomas de un infarto y de saber cuándo debemos pedir asistencia médica, vamos a ver qué se debe hacer para reducir el riesgo de sufrirlo. Lo primero que se tiene hacer es dejar el tabaco y el alcohol. Además, se debe controlar el peso y el colesterol siguiendo una dieta equilibrada, tomando muchas frutas, verduras, legumbres y pescado y evitando el embutido, las carnes rojas y la bollería industrial. También se debe controlar la tensión y, sobre todo si es alta, reducir la ingesta de café. Si en nuestra familia hay antecedentes de enfermedades de corazón, es muy recomendable acudir al especialista para realizar un seguimiento, especialmente cuando se tienen más de 50 años. Por último, se debe realizar un poco de ejercicio diario, dependiendo de las capacidades de cada uno; por ejemplo, caminar 30 minutos diarios es una manera perfecta de cuidar el corazón.
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