Corren, literalmente, ríos de tinta (y millones de páginas web) sobre los tratamientos de belleza de las celebrities. Abundan entre ellas las leyendas sobre insospechados métodos para conservar un aire juvenil y lustroso a cualquier edad. Se habla de sustancias, a cada cual más extraña y exclusiva que, aseguran, resultan milagrosas. Como prueba supuestamente irrefutable, asocian la terapia al buen aspecto de Madonna, Victoria Beckham o Demie Moore. En esos artículos se puede leer cosas tan insospechadas como el poder limpiador de una crema hecha a base de excremento de ruiseñor; la voracidad de las sanguijuelas aplicadas a la cara para eliminar toxinas y depurar el rostro; o los pormenores del llamado “vampiro facial”, que consiste en bañar la cara con sangre de la paciente.
Habrá algo de verdad en todo esto, pero también mucha fabulación. Lo que sí está claro es que para los mortales de a píe que no pueden permitirse estos excéntricos y dudosos tratamientos, que por cierto son astronómicamente caros, hay opciones más racionales y con probada efectividad científica. Y, que además, son aptos para escrupulosas. Estos sí son los auténticos secretos de belleza de las famosas (y cada vez más famosos):
El cóctel celular permite un rejuvenecimiento progresivo y una luminosidad de la piel que parte desde el interior. Consiste en inyectar Plasma Rico en Plaquetas (PRP), que se obtiene mediante el centrifugado de sangre extraída del paciente que luego se aplica tras ser enriquecida con vitaminas. Está indicado para pieles maduras y jóvenes. El precio oscila entre los 140 y 250 euros.
Otra opción es el llamado lifting autoinducido, (conocido como lifting biónico autoinducido en su nombre más exacto) que no requiere cirugía. También se utiliza el PRP para estimular la producción de colágeno (que se fabrica en la dermis profunda) y luego se completa con la implantación subcutánea de hilos tensores. Esta técnica logra aumentar la tersura de la piel, mejora notablemente el aspecto del rostro que queda como planchado, sin parecer artificial. Una de las ventajas de este lifting no quirúrgico es que sus efectos son paulatinos, alcanzando su máxima efectividad pasadas unas semanas. El resultado es así más natural. El precio oscila entre 700 y 1.000 euros, dependiendo del número de hilos que el médico estético considere necesario colocar.
Si lo que más ansía la paciente es recuperar esa luz que los años van raptando, una opción muy asequible es el pack iluminador. Consiste en la eliminación química de las células muertas, seguido de un tratamiento transdérmico y la aplicación de un sérum, una mascarilla facial y una crema postpeeling regeneradora. Todo el tratamiento iluminador, por 85 euros.
Dentro de los tratamientos corporales, también hay secretos de belleza que no requieren bisturí ni costosos procesos postoperatorios. El pack reductor comprende varios tratamientos para eliminación de la grasa sin cirugía: láser lipolítico; drenaje linfático; aplicación de aqualyx (combinación de sustancias que se inyectan y logran romper las células de tejido adiposo). Se complementa con dieta personalizada elaborada por un doctor experto en Nutrición y sesiones de presoterapia, que mejoran la circulación, favorecen así la eliminación de toxinas y la reducción de volumen. El precio de este paquete, dependiendo de la modalidad que se escoja, oscila entre 1.200 y 1.950 euros.